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En su conjunto, se prevé que las economías en desarrollo de Asia oriental y el Pacífico se expanda a un 6,2 por ciento en 2017 y 6,1 por ciento en 2018.
La pobreza en la región es probable que siga bajando , impulsado por el crecimiento sostenido y el aumento de los ingresos laborales.
El medio ambiente global y vulnerabilidades internas todavía plantean riesgos para las perspectivas de la región. Estos incluyen: más rápido de lo esperado aumentos de las tasas de interés en los EE.UU.; sentimientos proteccionistas en algunas economías avanzadas; y la rápida expansión del crédito y los altos niveles de deuda en varios países de Asia oriental.
Para hacer frente a estos riesgos, el informe recomienda que los reguladores continúan centrándose en la gestión macroeconómica prudente y asegurar los equilibrios fiscales sostenibles en el mediano plazo.
El crecimiento en la región continuará siendo impulsada por una fuerte demanda interna , incluida la pública, y cada vez más privado, la inversión. Esta tendencia también será apoyado por el aumento gradual de la demanda para las exportaciones, ya que los mercados emergentes y las economías en desarrollo a recuperar.