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El presidente iraní, Hasan Rohaní, prometió hoy que las fluctuaciones en los tipos de cambio terminarán pronto y aseguró que el país no sufre escasez de divisas, pese a la devaluación del rial y los problemas para adquirir dólares.
En una entrevista a la televisión estatal, Rohaní insistió en que "la promesa del gobierno es suministrar la divisa necesaria del país", al ser preguntado por el cambio del dólar, que se acerca a los 47.000 riales.
"Nuestra entrada de divisas es mayor a nuestros gastos", dijo el presidente, quien precisó que hasta el fin del año iraní (el próximo 21 de marzo) la entrada de divisa será de 90.000 millones de dólares frente a la salida de entre 70.000 y 75.000 millones dólares.
Rohaní afirmó que la ganancia de divisas aumentará en el próximo año, achacando algunos de los problemas actuales a las sanciones internacionales del pasado contra Irán y a que las relaciones bancarias con las entidades extranjeras no se han normalizado.
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Concannon estuvo entre los 45 participantes de la industria que pasaron dos años redactando las directrices en un esfuerzo global para reforzar los estándares luego de que un escándalo de manipulación de tasas derivó en más de US$10.000 millones en multas para los bancos. La plataforma de divisas de la compañía, CBOE **, tuvo un volumen diario promedio récord de US$29.600 millones el año pasado, según una presentación de la compañía.
El uso de una última mirada, una práctica controvertida que permite a los creadores de mercado retractarse de transacciones que generan pérdidas, también está cambiando, dijo Concannon: en los pares de divisas más líquidos, podría ser más limitado o detenerse por completo.
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Invertir dinero en una plataforma digital que le permita obtener ganancias de hasta 25 por ciento por mes o incluso un día, pero que también represente un riesgo de perderlo todo, es la dinámica que envuelve a la criptomoneda, un negocio virtual en auge a nivel mundial del que Nicaragua no está ajeno.
Tal ha sido crecimiento de este negocio que ha levantado la alerta mundial entre las instituciones financieras y bancos centrales, que apuran la búsqueda de una regulación que impida una crisis financiera igual o peor como la que se desató en 2008, recordada como una de las peores desde la Gran Depresión de 1929.
La criptomoneda se ha convertido en un negocio “burbuja” o de riesgos para quienes han decidido poner dinero en una plataforma digital o cartera electrónica, que permite comprar con dinero monedas virtuales.