En el resto de la región, incluyendo las grandes economías del sudeste de Asia , el crecimiento se espera una leve recuperación a 5 por ciento en 2017 y 5,1 por ciento en 2018, frente al 4,9 por ciento en 2016.
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En el resto de la región, incluyendo las grandes economías del sudeste de Asia , el crecimiento se espera una leve recuperación a 5 por ciento en 2017 y 5,1 por ciento en 2018, frente al 4,9 por ciento en 2016.
En su conjunto, se prevé que las economías en desarrollo de Asia oriental y el Pacífico se expanda a un 6,2 por ciento en 2017 y 6,1 por ciento en 2018.
La pobreza en la región es probable que siga bajando , impulsado por el crecimiento sostenido y el aumento de los ingresos laborales.
El medio ambiente global y vulnerabilidades internas todavía plantean riesgos para las perspectivas de la región. Estos incluyen: más rápido de lo esperado aumentos de las tasas de interés en los EE.UU.; sentimientos proteccionistas en algunas economías avanzadas; y la rápida expansión del crédito y los altos niveles de deuda en varios países de Asia oriental.
Para hacer frente a estos riesgos, el informe recomienda que los reguladores continúan centrándose en la gestión macroeconómica prudente y asegurar los equilibrios fiscales sostenibles en el mediano plazo.
El crecimiento en la región continuará siendo impulsada por una fuerte demanda interna , incluida la pública, y cada vez más privado, la inversión. Esta tendencia también será apoyado por el aumento gradual de la demanda para las exportaciones, ya que los mercados emergentes y las economías en desarrollo a recuperar.
La lentitud de la recuperación de los precios de las materias primas se beneficiará exportadores de productos básicos en la región , pero no demasiado daño a las economías de los importadores de materias primas en el Este de Asia.
En China, el crecimiento continuará moderada, lo que refleja el impacto de las medidas del gobierno para reducir el exceso de capacidad y la expansión del crédito. Como resultado, el informe espera que la actividad en el sector inmobiliario a reducir la velocidad.
La recuperación económica continúa teniendo un efecto positivo sobre los mercados laborales tras las reformas estructurales en distintos Estados miembros, indica el documento, que añade que se espera que el empleo se mantenga fuerte, aunque menos dinámico en 2017 y 2018.
Sobre el paro, Bruselas augura una caída de la tasa en la eurozona del 10,0 % en 2016 al 9,6 % este año y al 9,1 % en 2018. En toda la UE, se espera que baje del 8,5 % en 2016 al 8,1 % en 2017 y al 7,8 % en 2018, lo que supone los niveles más bajos desde 2009.
Por último, Bruselas espera que el déficit público en la eurozona baje del 1,7 % del PIB el pasado año al 1,4 % en 2017 y 2018. El comisario europeo de Asuntos Económicos y Financieros, Pierre Moscovici, dijo en rueda de prensa que la economía europea ha demostrado ser resistente a las perturbaciones del último año.
No obstante, advirtió, con una incertidumbre a niveles tan altos, "es más importante que nunca que utilicemos todas las herramientas políticas para apoyar el crecimiento" y subrayó que habrá que asegurar que los beneficios del crecimiento se sientan en todas partes en la zona euro y en todos los segmentos de la sociedad.