La desigualdad entre sexos también se aprecia en la distribución salarial, ya que el 18,2 % de las mujeres tuvo ingresos salariales menores o iguales que el salario mínimo interprofesional (SMI), frente al 7,4 % de los hombres. Si se tienen en cuenta los salarios más elevados, el 9,8 % de los hombres presentó unos salarios cinco veces o más superiores al SMI, frente al 5 % de las mujeres.