Uno puede salir a la calle y comenzar a hablar con la gente. Escuchar directamente la realidad del comerciante y el empresario. ¿Qué tanto depende del dólar tu negocio? ¿Tienes dólares? ¿Piensas comprar dólares pronto? ¿Necesitas comprar dólares? ¿Ves un reemplazo para el dólar en el futuro cercano? ¿Tienes deudas en dólares? ¿Cómo se fijan los precios? ¿Tienes inversiones en dólares? ¿Podrías abandonar el dólar y sustituirlo por Bitcoin? Todos podemos hacer esta encuesta. Yo lo hago regularmente.
Los escépticos pueden estudiar la crisis del 2008. Se puede estudiar la inflación de los últimos 20 años. Podemos estudiar los altibajos (los ciclos) del dólar durante ese periodo. Y podemos comparar la inflación con las inyecciones de liquidez por parte de las autoridades. Por ejemplo, ¿Cuál fue la tasa de inflación en el 2009, 2010, 2011? Es decir, ¿Cuál fue el efecto inflacionario de los estímulos del 2008, 2009? Estos datos están allá afuera y los podemos estudiar con rigor científico. Es válido tener una ideología, pero a veces entramos en el mundo del autoengaño. No tiene sentido vivir en una ilusión. El sistema no va caer con autoengaños. Siempre es mejor criticar con bases sólidas. Argumentemos con sustento, no con sentimiento.