El término “burbuja” se utiliza con gran frecuencia en los mercados financieros. Algunos analistas consideran incluso que podemos estar frente a un escenario de burbuja en los mercados de acciones o en activos de renta fija en estos momentos. En los mercados de criptomonedas, las advertencias sobre posibles burbujas de precios son particularmente fuertes en los últimos meses.

Por otro lado, antes de discutir sobre potenciales burbujas en diferentes clases de activos, es importante comprender a fondo de qué se trata el concepto y cuál es la diferencia entre burbujas de precios y burbujas de fundamentos.

Entendiendo el concepto de burbuja

A grandes rasgos, podemos decir que se produce una burbuja cuando los precios de los activos suben en forma exagerada o irracional. En esta clase de fenómenos, las cotizaciones de precios no se condicen con los fundamentos de los activos en cuestión.

En un escenario de burbuja, el ánimo del mercado y el comportamiento de manada son factores determinantes. Cuando las expectativas son agresivamente alcistas, todos compran porque el precio sube, y el precio sube porque todos compran. Así, se crea un proceso autosustentable y bastante peligroso, en el cual muchas veces se pierden de vista los fundamentos económicos y financieros.

En lo que respecta al aspecto emocional de las burbujas, no solo la codicia juega un rol fundamental, también el temor forma parte del proceso de toma de decisiones. En los últimos años se utiliza frecuentemente la expresión FOMO (fear of missing out) en los mercados financieros. Básicamente, el concepto hace referencia al temor que puede sentir un inversor al quedarse fuera de un activo con rentabilidades excepcionales.

Esto no solo es válido para los inversionistas individuales: los gestores profesionales de activos pueden sufrir las consecuencias en su carrera profesional cuando dejan pasar inversiones particularmente populares y con elevados retornos. Este temor puede impulsar a los profesionales a tomar decisiones de compra demasiado emocionales en el peor momento posible.

Burbujas de precios vs. burbujas de fundamentos

Es importante diferenciar entre burbujas de precios y burbujas de fundamentos. Cuando estamos frente a una burbuja de precios, podemos identificar un activo con fundamentos sólidos, aunque el precio del mismo es demasiado exagerado con comparación con estos fundamentos.

En cambio, una burbuja de tipo fundamental implica que la viabilidad del negocio o la idea de inversión es completamente trunca debido a falencias estructurales, más allá del precio de entrada.

Por ejemplo, las acciones de Cisco (CSCO) tocaron su máximo histórico de precios en la zona de 77,3 dólares por unidad en marzo del año 2000. En septiembre de 2002, la compañía cotizaba en niveles de 10,5 por unidad, generando pérdidas enormes para los inversionistas que compraron en niveles de precios máximos.

Desde entonces, los valores se han recuperado bastante, aunque Cisco cotiza aún a menos de la mitad de sus máximos históricos, en cercanías de los 35 dólares por acción.

Es cierto que Cisco ha enfrentado algunas dificultades desde el punto de vista fundamental debido al aumento de la presión competitiva por parte de competidores de bajo costo en mercados emergentes. A pesar de esto, la empresa ha generado atractivas ganancias y dividendos para los inversionistas a lo largo de los años. En conclusión, podemos decir que Cisco en el año 2000 era una burbuja de precios, aunque no necesariamente una burbuja de fundamentos.

Por otro lado, muchas de las firmas que lideraron las ganancias de precios durante la burbuja de Internet fracasaron completamente, e incluso desaparecieron en un plazo de tiempo relativamente corto. Compañías como eToys.com, Pets.com, y Boo.com son algunos de los casos más memorables de negocios relacionados al comercio electrónico que terminaron en quiebra.

En cambio, Amazon (AMZN) es un ejemplo reluciente sobre una empresa que fue afectada por una burbuja de valuación, pero con fundamentos excepcionalmente atractivos. En marzo de 1999, una acción de Amazon se vendía en niveles por encima de 86 dólares por unidad, mientras que los valores cayeron por debajo de los 10 dólares en octubre de 2001.

A diferencia de lo que sucedió con Cisco, Amazon superó exponencialmente esos valores en el tiempo, y actualmente cotiza cómodamente por encima de los 1100 dólares por acción. Con una capitalización bursátil por encima de los 470.000 millones de dólares, Amazon es actualmente una de las firmas más valiosas del mundo.

Implicancias prácticas

Cuando se dice que un activo está en una burbuja, es importante diferenciar qué tipo de burbuja estamos discutiendo. Si se trata de una burbuja de fundamentos, como en el caso de eToys.com, entonces conviene mantenerse lo más lejos posible del activo, ya que es probable que el mismo pierda todo su valor en forma permanente.

Si hablamos de una burbuja de precios con valores muy por encima de un valor razonable de largo plazo, como por ejemplo Cisco en el año 2000, conviene esperar a un ajuste de magnitud antes de tomar alguna posición de compra.

Por otro lado, Amazon en 1999 era una burbuja de precios a corto plazo, pero una gran oportunidad de compra con un horizonte de varias décadas. En ese tipo de escenarios conviene ser pacientes a la hora de comprar, esperando en la medida de lo posible los precios más convenientes, pero sin perder de vista que estamos frente a una enorme oportunidad de largo plazo.