Los países del sur de Europa, España, Italia, Grecia y Portugal, concentraron en 2015 el 28,3 % de la inversión china en el extranjero, cuyo destino principal es la región europea, por delante de los emergentes y de Estados Unidos, según se desprende de un estudio elaborado por Esade.
El informe revela que a nivel global, la inversión china en el extranjero en 2015 ascendió a 127.560 millones de dólares, un 3,6 % más que durante el ejercicio anterior, gracias, sobre todo, al cambio de modelo económico en China y a la consecuente desaceleración del PIB, algo que hizo más atractiva la inversión.