Seis de las diez ciudades más pobladas de España no han conseguido aprobar sus presupuestos para 2017, una anomalía que se ceba con los denominados ayuntamientos del cambio, aquellos gobernados por partidos afines a Podemos como los de Madrid, Barcelona o Zaragoza.
De las diez capitales más habitadas sólo han entrado en 2017 con los deberes presupuestarios hechos las de Valencia, Palma, Las Palmas y Bilbao, mientras que Madrid, Barcelona, Murcia, Sevilla, Zaragoza y Málaga han tenido que prorrogar las cuentas de 2016.