El Consejo de Finanzas luso ve posible una reestructuración de la deuda

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El estatal Consejo de Finanzas Públicas (CFP) de Portugal considera posible que haya en el futuro una reestructuración de la deuda del país pero, apunta, ésta se realizaría por iniciativa de Bruselas, no del Gobierno luso.

La presidenta del CFP (órgano estatal que evalúa la política presupuestaria), Teodora Cardoso, dijo hoy en un encuentro con corresponsales extranjeros en Lisboa que está "convencida" de que esa eventual reestructuración "va a ser iniciada por la propia Europa, por la propia Comisión Europea (CE)".

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El estatal Consejo de Finanzas Públicas (CFP) de Portugal considera posible que haya en el futuro una reestructuración de la deuda del país pero, apunta, ésta se realizaría por iniciativa de Bruselas, no del Gobierno luso.

La presidenta del CFP (órgano estatal que evalúa la política presupuestaria), Teodora Cardoso, dijo hoy en un encuentro con corresponsales extranjeros en Lisboa que está "convencida" de que esa eventual reestructuración "va a ser iniciada por la propia Europa, por la propia Comisión Europea (CE)"

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No obstante, precisó que ese tipo de medidas "solo funcionan cuando están acompañadas de una reestructuración más general de la economía y la política económica y presupuestaria", dando así a entender que, de llevarse a cabo, implicaría cambios profundos en Portugal.

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En cualquier caso, agregó, la reestructuración sería iniciativa de Bruselas, puesto que el Gobierno del socialista António Costa "lo que ha hecho es plantear la cuestión a Europa".

"Por lo tanto, hará lo que Europa decida", apostilló

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Cardoso comentó que el Ejecutivo de Costa "ahora está verdaderamente empeñado en cumplir las reglas europeas" y estimó que en el corto plazo "habrá un gran énfasis en los fondos europeos", que podrían "reforzar la inversión" y "ayudar a resolver" el problema del crédito moroso en los bancos.

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El elevado nivel de deuda pública de Portugal, que cerró 2016 en el 130,5 % del PIB, es considerado por los expertos como uno de los principales problemas de la economía lusa, ya que tiene una de las tasas más altas de la Unión Europea.