El número de empleados públicos se ha reducido en 249.000 (-un 8 %) entre 2011 y 2016, que terminó con 2.986.100 trabajadores al servicio de las administraciones, según los datos recogidos en el proyecto de Presupuestos Generales de 2017.
El Gobierno señala que esta reestructuración del empleo público, enmarcada en el proceso de control de gasto, se ha concentrado en los servicios administrativos "sin que la prestación de los servicios básicos se haya visto afectada".