Para los que “conocemos” los mercados financieros se nos hace difícil pensar cómo una persona puede comprar una acción en clara tendencia bajista simplemente porque está “barata”. Sin embargo, la sensación que las personas que desconocen totalmente los mercados tienen es esa.

Porque lo barato al final sale caro

Cuando compramos una acción, evidentemente debemos mirar su precio, pero este no nos será guía por sí solo. Lo que nos será de guía será su evolución histórica, grosso modo debemos ver si su evolución histórica es o no favorable, en términos técnicos si está en tendencia y ésta es fuerte. Eso, aunque hay indicadores para ello, se puede ver con un vistazo.

Si nos vamos a la gran parte de especuladores de éxito de medio-largo plazo, nos daremos cuenta de que una gran mayoría invierte en valores de alta capitalización, que están en máximos y que además tiene una tendencia fuerte dentro de un sector con tendencia fuerte el cual se encuentra dentro de un índice que está fuerte.

Todo esto viene a decir que España, aunque tenga acciones que nos puedan dar unos buenos beneficios, es un lugar para no meter nuestro dinero, al menos por el aspecto técnico actual. Si compramos algo, queremos algo que esté subiendo, no que esté bajando.

Un “juego” de probabilidades

Si buscamos probabilidades a favor, y queremos comprar acciones. busquemos pues una acción que suba dentro de un sector que suba, dentro de un índice que suba y que sea un tráiler, es decir, que no se un chicharro con alta volatilidad tipo Bankia fácilmente manipulable. Puede salir mal por supuesto pero la probabilidad de que nos equivoquemos se reduce de una forma muy grande.