El Gobierno de Portugal, la patronal y el sindicato UGT, el segundo mayor del país, sellaron hoy el acuerdo para aumentar el salario mínimo nacional de los actuales 485 euros brutos por mes a 505 euros a partir del próximo octubre.

En este acuerdo no participó, sin embargo, el principal sindicato portugués, la Confederación General de Trabajadores de Portugal (CGTP, de orientación comunista) por considerar esta subida insuficiente.
"Tenemos un buen acuerdo (...) Protegiendo la competitividad de la economía. Las patronales cedieron más de los previsto", constató el ministro de Solidaridad, Trabajo y Seguridad Social, Pedro Mota Soares.
Recordó que el pacto es un avance, pues el salario mínimo se mantenía inalterado desde diciembre de 2010 debido a la larga crisis del país, bajo las duras condiciones del préstamo de la UE y el Fondo Monetario Internacional (FMI).
"Fue el acuerdo posible y fue muy difícil (...) sobre todo por parte de las entidades empresariales. Fue tardío", dijo a los periodistas Carlos Silva, líder UGT, de orientación socialista, quien justificó el acuerdo por ser el posible de acuerdo con la situación de las empresas lusas.
Se calcula que reciben el salario mínimo mensual en torno al 10 % de la población activa lusa entre sector privado y público (425.000 trabajadores).
Este aumento salarial entrará en vigor en octubre de este año hasta diciembre del 2015 y contará con una contrapartida para la patronal.
La tasa social única (contribución a la Seguridad Social) que pagan las empresas al Estado bajará 0,75 puntos para los que tengan empleados con el salario mínimo (del 23,75 % al 23 %).