El primer ministro portugués, Pedro Passos Coelho, afirmó hoy que acepta debatir un aumento del salario mínimo nacional y está dispuesto a "hacer concesiones" en el ámbito de las negociaciones con la patronal y los sindicatos.

El jefe del Ejecutivo conservador instó a los agentes sociales a seguir su ejemplo y mostrar también disponibilidad para ceder en sus posiciones.
"Necesitamos mostrar una gran abertura para ese diálogo, ya que eso refuerza las condiciones de confianza de nuestro país y, por tanto, nos beneficiamos todos", afirmó en un acto de la sección de trabajadores de su partido, el Social Demócrata (PSD, centro derecha) en Albufeira, en el sur del país.
La subida del salario mínimo, que en Portugal se sitúa en 485 euros mensuales, ha sido una de las demandas más repetidas de sindicatos desde que fue congelado en diciembre de 2010 como una de las medidas para hacer frente a la crisis del país.
Passos Coelho abogó por mostrar una mayor apertura en las negociaciones, al mismo tiempo que el país demuestra su fortaleza financiera para avanzar con "estabilidad" a medio plazo.