El Comité Federal de Mercado Abierto de la Reserva Federal (FOMC) de EEUU ha decidido subir los tipos de interés un cuarto de punto hasta un rango objetivo del 2% y el 2,25% en la reunión de septiembre. De este modo, la Fed vuelve a elevar el precio del dinero tres meses después de la última subida acordada por el FOMC en junio de este año y deja el precio del dinero en máximos desde mediados de 2008. Esta es la octava subida de tipos desde que comenzara el ciclo de alzas en diciembre de 2015, mientras que es la tercera de este 2018.

Todos los miembros del FOMC han votado a favor de esta subida del precio del dinero. El rango asciende tras esta subida al 2-2,25%, unos niveles que no se veían desde mediados de 2008, cuando la Reserva Federal estaba implementando una bajada acelerada de los tipos para luchar contra la crisis financiera y la falta de liquidez en el mercado monetario. El tipo efectivo (tipo al que los bancos se prestan dinero entre sí) se colocará así en niveles previos a la quiebra de Lehman Brothers.

El comunicado emitido por el organismo ha retirado la frase que subrayaba que la postura de la política monetaria continuaba siendo "acomodaticia". Sin embargo, en la rueda de prensa posterior de Jerome Powell (presidente de la Fed) se ha intentado restar importancia a este cambio. Los tipos de interés nominales están ahora muy cerca del crecimiento de la inflación y están por encima del objetivo de precios que marca la Fed.

Las proyecciones de la Fed

En las proyecciones del banco central se prevé una subida de más de tipos para este año, que probablemente llegará en la reunión de diciembre. Por otro lado, se esperan tres subidas de tipos para todo 2019, lo que deja las previsiones sobre tipos prácticamente sin cambios respecto a las de junio.

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No obstante, en la proyección que se realiza para el largo plazo, los expertos de la Fed han elevado su previsión desde el 2,9% hasta el 3%, lo que deja entrever que algunos de los factores que habían estado deprimiendo los tipos podrían estar perdiendo fuerza.

En lo que se refiere a crecimiento económico, las previsiones elevan el crecimiento para 2018 hasta el 3,1% (desde el 2,8% de las proyecciones de junio), mientras que para 2019 pasa al 2,5%, frente al 2,4% estimado con anterioridad. En 2020 se mantiene el crecimiento del PIB en el 2%.

Crecimiento vigoroso

La economía estadounidense ha acelerado su crecimiento económico en los últimos meses, con una tasa anualizada del 4,2% en el segundo trimestre, mientras la tasa de desempleo se mantiene en el 3,9%, en niveles no vistos desde el año 2000. Este último dato de crecimiento, junto a otros factores, ha obligado a la Fed a mejorar esas previsiones comentadas anteriormente.

Además, después de años por debajo de la meta anual del 2%, la inflación general se ha situado por encima de ese umbral con holgura. La inflación subyacente (sin contar la energía y los alimentos sin procesar) lleva seis meses creciendo por encima del 2%, mientras que la escasez de trabajadores se hace patente en varios estados. Todo ello apunta a que el crecimiento de los precios es fuerte y puede sostenerse en el largo plazo. El banco central tiene en cuenta estos datos y el crecimiento de los salarios, lo que está manteniendo el ritmo de las subidas de tipos.

La Fed tiene previstas dos reuniones más antes de fin de año, a comienzos de noviembre y mediados de diciembre. En este última de diciembre podría ser la fecha señalado por el banco central de EEUU para implementar el último aumento de los tipos de interés, que sería el cuarto de este año. Como anécdota, cabe destacar que la Fed ha subido siempre los tipos de interés en su reunión de diciembre desde que comenzase este ciclo de endurecimiento monetario en diciembre de 2015.