¿Usted entiende cómo las reglas de derecho inmobiliario influyen en su empresa? No sólo los negocios inmobiliarios tuvieron gran expansión, pero todos los emprendimientos han diversificado planes estratégicos de administración de activos, aumento de capital inmobiliario, etc.

Nuevas formas legales de negociar inmuebles, usucapión extrajudicial, contratos de incorporación, en fin, otra fase del derecho inmobiliario se acerca al mundo corporativo.
En este artículo queremos aclarar los puntos principales que usted necesita saber sobre el Derecho Inmobiliario en su empresa.

La función del Derecho Inmobiliario
El derecho a la propiedad se rige por la situación jurídica de los inmuebles y las relaciones derivadas, tales como compra-venta, financiación, usucapión, posesión, cesión de derechos inmobiliarios, etc.
Hay varias leyes que tratan del asunto, como la Ley de Registros Públicos, la llamada Ley del inquilinato, el propio Código Civil, entre otras.
En fin, conocer el Derecho Inmobiliario es saber lo que puede y lo que no puede ser hecho en relación a sus inmuebles, las repercusiones y los efectos legales, etc.
Los términos más comunes en el Derecho Inmobiliario
Veremos a continuación algunos términos utilizados en el sector inmobiliario.
Si usted no actúa directamente en el sector, tal vez no esté familiarizado. Pero intentaremos aclarar algunos:

Registro
Se trata de la hoja o ficha que contiene la numeración referente al inmueble.
En realidad, la matrícula es la propia numeración.
Ella es exclusiva para cada bien, considerada como su "carnet de identidad".
En la ficha de matrícula deben estar las informaciones básicas y esenciales sobre el inmueble, como metraje, ubicación, histórico de propietarios, etc.

Debida Diligencia
Es el proceso de auditoría, una verificación previa, responsable de hacer el análisis de seguridad jurídica y proponer medidas de reducción de riesgos, en este caso, sobre la transacción inmobiliaria, y evitar el conflicto de intereses.

Por medio de este proceso se verifican, por ejemplo, los aspectos técnicos y legales de la construcción, así como la situación urbanística del bien, a fin de evitar eventuales sorpresas y trastornos.

Compra y venta
Se trata del principal contrato en derecho inmobiliario.
Por medio de él se enajenan los inmuebles, haciendo circular la titularidad patrimonial.
En este tipo de negocio, una de las partes transmite el registro del bien a la otra, que, a su vez, paga el precio acordado.
Atención: ¡esta transacción debe ser registrada en la Oficina de Inmuebles - no es recomendable hacer "contratos de cajón"!

Promesa de compra y venta
¿Sabe ese dicho "promesa es deuda"?
En el derecho inmobiliario, la promesa es un contrato, que crea obligaciones para las partes y genera el deber de cumplir lo acordado.
En este caso, el propietario y el interesado acuerdan que la transmisión del inmueble se hará por un precio determinado, aunque en un momento futuro.
Recuerde: porque se trata de contrato, la parte que renuncie a hacer efectiva la promesa puede sufrir sanciones (como multa, indemnización, etc.).

Incorporación inmobiliaria
La incorporación inmobiliaria es una forma prevista en ley para promover la venta de unidades autónomas de algún inmueble aún en construcción.
Para la realización de esta operación, no importa si las unidades están en la planta o si ya existen en el plano físico.
Suele ser un proceso complejo y burocrático, principalmente debido a la gran cantidad de documentos exigidos para su legalización.

Asesoramiento en Derecho Inmobiliario
Los actos y procedimientos en el Derecho Inmobiliario pueden ser complejos para quienes no están preparados.
Y muchas veces los emprendedores no tienen conocimiento técnico-legal sobre los diversos tipos de contratos, institutos, limitaciones, etc., lo que dificulta la toma de decisiones.
Por eso, contar con ayuda profesional puede ser fundamental para el éxito del negocio.

Un trabajo técnico sobrepasa la revisión de los contratos, cuestionamiento de gastos indebidos, direccionamiento adecuado sobre los procedimientos a ser adoptados, etc.
Todo ello para evitar la celebración de contratos mal hechos, o incluso su rescisión, anulación, penalidades administrativas y muchos trastornos y perjuicios para la empresa