La región Asia-Pacífico reivindicó hoy su papel como motor de la economía mundial, afectada por un parón en varias zonas del globo que amenaza a la incipiente recuperación y a la creación de empleo.

La reunión de ministros de Finanzas del Foro Económico Asia-Pacífico advirtió de la debilidad del crecimiento global, con una "persistente debilidad en la demanda y crecimiento desigual" por debajo del nivel necesario para generar empleo, por lo que "han aumentado" los riesgos.

En estas circunstancias, la región Asia-Pacífico, "como motor de la economía mundial, debe liderar su recuperación" hacia "un crecimiento fuerte, sostenido y equilibrado", dijeron los ministros en una declaración tras el encuentro de Pekín.

La APEC "ha venido siendo el líder, y no veo que vaya a cambiar", destacó a Efe el director ejecutivo del foro, el neozelandés Alan Bollard, quien subrayó la falta de crecimiento destacable en el conjunto de la Unión Europea.

Para poder mantener su posición de locomotora internacional, los países del foro deben continuar con sus medidas para corregir sus desequilibrios, especialmente fiscales, a fin de apoyar un crecimiento sostenido, dijo en rueda de prensa el anfitrión de la reunión, el ministro chino de finanzas, Lou Jiwei.

Jiwei destacó que el crecimiento de la economía china divulgado este martes (un aumento del PIB a ritmo anual del 7,3 % en el tercer trimestre) entra dentro de las expectativas del Gobierno de Pekín, incluso si es ligeramente inferior al objetivo del 7,5 % previsto para el conjunto de 2014.

La subsecretaria del Tesoro de EEUU, Sarah Bloom Raskin, no dejó pasar la oportunidad de destacar la favorable marcha de la economía en su país, que seguirá creciendo por encima de la media mundial este año y el próximo, y que también disfruta de la menor tasa de desempleo en más de seis años.

Los ministros constaron que uno de los problemas de la región para colmar su potencial de crecimiento es la escasez de inversión en infraestructuras, por lo que apostaron por aumentar la cooperación con el sector privado para conseguir capital que relance el desarrollo de ese sector.

Además del efecto económico que se genera durante su construcción, las infraestructuras ayudan a promover el comercio, destacó Lou.

El ministro chino insistió en la propuesta de Pekín de crear un banco interasiático para el fomento de la construcción de infraestructuras, pero dejó claro que deben tratarse de instalaciones "comerciales" y no de promover inversiones para la lucha contra la pobreza, algo que compete al Banco Interamericano de Desarrollo (BAD).

Y el desarrollo del comercio se considera clave en una región como esta, que acapara en torno al 70 por ciento del total del comercio mundial.

El viceprimer ministro chino, Zhang Gaoli, también proclamó, en la inauguración de la reunión, el papel clave que tiene su país como motor del crecimiento global.

Zhang dijo que, en los próximos cinco años, China invertirá en el exterior unos 500.000 millones de dólares, además de que unos 500 millones de turistas chinos viajarán al exterior.