Estudiar al extranjero con una beca Erasmus, además de ser una experiencia enriquecedora a muchos niveles, ayuda después a los jóvenes en el mercado laboral, ya que reduce a la mitad sus probabilidades de estar parados durante un largo periodo de tiempo.
Es una de las conclusiones de un estudio de impacto sobre el programa europeo Erasmus para la movilidad de estudiantes y docentes, realizado a partir de entrevistas a unos 57.000 jóvenes, que la Comisión Europea (CE) tiene previsto publicar a finales de septiembre, informaron hoy a Efe fuentes comunitarias.
El informe "demuestra que a los Erasmus les va mejor en el mercado de trabajo" y que "tienen la mitad de probabilidades de ser parados de larga duración en comparación con los (estudiantes) que no van al extranjero", indicaron las fuentes.
Además, aseguran, los jóvenes que disfrutan de este tipo de beca "vuelven a sus países de origen no sólo más seguros y más tolerantes hacia otras culturas, sino también más curiosos, con más posibilidades de resolver problemas, con mejores capacidades organizativas y mayor facilidad para adaptarse de manera rápida a nuevas situaciones".
El informe es el primero que analiza con tanta minuciosidad las repercusiones de salir al extranjero con una beca Erasmus, al incluir un mayor número de entrevistados y basar los resultados en una evaluación de los propios participantes, que analizan su comportamiento, actitud y habilidades, antes y después de la experiencia.