Un trabajador médico británico, el primer ciudadano de ese origen infectado en la epidemia de ébola, llegó el domingo a Londres proveniente de África Occidental, y un nuevo brote de la enfermedad fue declarado en la República Democrática del Congo.
Un avión de carga de la fuerza aérea británica especialmente adaptado recogió el domingo al voluntario médico que trabajaba en Sierra Leona luego de que el secretario de Asuntos Externos británico, Philip Hammond, autorizó su repatriación para que sea tratado.
El Departamento de Salud británico dijo en un comunicado que el hombre -cuya identidad no fue suministrada- no estaba enfermo de gravedad. El paciente será tratado en una unidad de aislamiento en el Royal Free Hospital en Londres.
La fiebre hemorrágica ha matado al menos a 1.427 personas, en su mayoría en Sierra Leona, Liberia y la vecina Guinea, en el que hasta el momento es el brote más mortal de la enfermedad. El ébola ha ingresado también en Nigeria, donde murieron cinco personas.
El Royal Free Hospital tiene la única unidad de aislamiento de alto nivel en Gran Bretaña para el tratamiento de enfermedades infecciosas, así como un equipo especialmente entrenado.
Dos médicos estadounidenses, que se contagiaron el ébola en Liberia y fueron evacuados a su país, fueron dados de alta la semana pasada tras recibir tratamiento con el fármaco experimental ZMapp. No quedó claro que papel tuvo el medicamento en sus recuperaciones.