El empresario palestino Hatem Shamaly pagó dos millones de dólares hace dos años por una fábrica de azulejos cerca de Ciudad de Gaza. Ahora el negocio, que fue rentable, está sepultado bajo los escombros después de que Israel lo bombardeara.
Shamaly se convirtió en el principal contratista de muchos proyectos de viviendas en el territorio mediterráneo, especialmente los llevados a cabo por la Agencia de Socorro y Trabajo de las Naciones Unidas, que ejecuta proyectos financiados por donantes internacionales.
El empresario de 42 años y padre de 14 hijos vive en el distrito de Shejaia, donde 72 personas murieron como consecuencia de los ataques israelies a finales de julio. Entre los intereses empresariales de la familia hay una fábrica de ladrillos, una granja y una compañía de transporte.
"La fábrica de azulejos fue aplastada, aniquilada, la fábrica de ladrillos destruida, muchos de los animales murieron y los vehículos quedaron aplastados", dijo el empresario a Reuters.
"Se podría decir que me bombardearon personalmente. Perdimos cuatro millones de dólares", dijo.
Además, el Ejército israelí bombardeó cuatro casas que pertenecían a Shamaly y sus hermanos, forzándoles a alquilar pisos en Ciudad de Gaza.
Israel dice que está combatiendo a los islamistas en la Franja de Gaza y que las autoridades palestinas son responsables por permitirles lanzar cohetes en zonas densamente pobladas y cerca de otras instalaciones.