Los ministros de Transporte de Australia, China y Malasia se han reunido en Camberra para explicar la nueva fase de la operacíon



Los ministros de Transporte de Malasia y China se han entrevistado este lunes en la capital australiana Camberra con su homólogo australiano Warren Truss y con Angus Houston, el jefe de la agencia australiana que coordina la búsqueda del Boeing 777-200ER de Malaysia Airlines desaparecido el pasado 8 de marzo con 239 personas a bordo. Los tre ministros se han comprometido este lunes a no abandonar la búsqueda del avión, y han trazado una hoja de ruta que establece las siguientes fases de la operación, empezando por una nueva búsqueda en una amplia área del fundo marino.

El miércoles, además, se pondrá en marcha un nuevo análisis de los datos a disposición de las autoridades, a los que se añadirán la nueva información recogida en las últimas fases de la búsqueda. "Hemos llegado a una etapa en el que es preciso volver a analizar todos los datos que se han sido recogidos para estar seguros de que no hay fallos, todas las hipótesis, deducciones y conclusiones están correctas", ha declarado Houston.

"Desafortunamente, todos los esfuerzos hechos hasta ahora no han llevado a ningún resultado. Probablemente se necesiten nuevos equipamientos, un nuevo sumergible y un nuevo sónar, y en muchos casos los proveedores serán empresas privadas", ha declarado el ministro de Transporte, Warren Truss.

Desde la desaparición del vuelo MH370 el 8 de marzo, las operaciones de búsqueda no han logrado dar con los restos de la aeronave, que desapareció de los radares tras haber despegado de Kuala Lumpur con destino a Pekín.

Los expertos han estrechado la zona de búsqueda del aparato, que se cree que se habría estrellado en el océano Índico a unos 1.600 kilómetros al noroeste de la localidad australiana de Perth, en el extremo occidental de ese país.

Tras varias semanas de búsqueda infructuosa de los restos de la aeronave, las autoridades australianas decidieron suspender la búsqueda desde el aire y en superficie para centrar los esfuerzos en encontrar el avión bajo el agua.

La nueva fase de búsqueda de la aeronave tendrá un coste de unos 60 millones de dólares australianos (unos 40 millones de euros) y comenzará cuando se analicen los datos de radar ya existentes y se encuentre una empresa que cuente con los equipos necesarios para realizar esta tarea, han informado las autoridades australianas tras una reunión mantenida en Canberra.

El pago de la nueva fase de búsqueda del avión es uno de los problemas principales que afrontan las autoridades, según ha admitido Truss, que ha dejado la puerta abierta a que Boeing, la fabricante de la aeronave, y Rolls Royce, responsable del motor, puedan aportar fondos.

"También se han mostrado interesadas en saber lo que ocurrió con el vuelo MH370 para poder seguir confiando en la calidad de su producto o adoptar soluciones si alguna parte de la aeronave ha contribuido a este accidente", ha explicado Truss.

"Creo que buscaremos aumentar la implicación de los fabricantes y sus países", ha añadido. La semana pasada, el Gobierno de Malasia difundió el relato más detallado de lo que habría podido sucederle al vuelo MH370, con la posible ruta que siguió y la confusión que generó el accidente.

Las autoridades han asegurado que ahora se centrarán en una zona de unos 60.000 kilómetros cuadrados de fondo marino en el océano Índico, por lo que la búsqueda se prolongará al menos durante ocho meses. El presidente estadounidense, Barack Obama, ha prometido destinar más recursos a la búsqueda del avión, pero fuentes gubernamentales han indicado que Estados Unidos comenzará a reclamar los costes del empleo de los equipos de sónar desplegados para intentar encontrar el avión de Malaysia Airlines.

El pasado fin de semana, Estados Unidos anunció que solo mantendrá el despliegue de su vehículo submarino no tripulado Bluefin-21 durante un mes más, lo que coloca la presión en las autoridades de Malasia, China y Australia, que son las que deberían costear una prolongación de ese despliegue.

Las autoridades de Malasia, China y Australia volverán a reunirse en Canberra el próximo miércoles, para determinar los próximos pasos a adoptar para continuar con la búsqueda del avión de Malaysia Airlines y decidir quién costea estas operaciones.