Puerto Rico celebra hoy 62 años de la Constitución que alumbró un Estado Libre Asociado que rige la relación con Estados Unidos, en pleno debate sobre su futuro al que contribuye la profunda crisis económica que golpea a la isla.

El gobernador Alejandro García Padilla pronunció un discurso ante cientos de seguidores en el sur de la isla en el que subrayó que la Constitución de 1952 significó "un gran paso" hacia delante al dotarse Puerto Rico del instrumento para su desarrollo y la relación con Estados Unidos.

"La creación del Estado Libre Asociado marca todavía el momento de mayor consenso político en la historia puertorriqueña. La ratificación popular se dio con el 80 % de los votantes", resaltó el actual líder del Ejecutivo y presidente del Partido Popular Democrático (PPD), formación que aboga por perpetuar el presente estatus.

"Lo importante es que, en 1952, se logró una nueva relación que condujo a un desarrollo económico sin precedentes", apuntó García Padilla, después de referirse a la Sección 936 que otorgaba importantes exenciones fiscales a las empresas que se instalaban en la isla, cuyo fin, dijo, significó el comienzo de la crisis instalada hoy en Puerto Rico.

La ley, aprobada en 1976 para eximir del pago de impuestos a empresas estadounidenses que operaban en Puerto Rico, buscaba estimular la industrialización y el desarrollo de infraestructuras en la isla y fue vital para el crecimiento económico, sobre todo gracias a empresas farmacéuticas y petroquímicas.