El índice de precios al consumidor de China (IPC) subió a un 2,3 por ciento, en línea con las estimaciones del mercado, mostraron datos el sábado, reforzando las apuestas de que las bajas presiones de los precios darán a las autoridades espacio para flexibilizar su política monetaria si fuese necesario.

Los datos divulgados por la Oficina Nacional de Estadísticas también apuntan a persistentes presiones deflacionarias entre productores y manufactureros.
El índice de precios al productor (PPI) cayó un 0,9 por ciento por vigésimo noveno mes consecutivo, en línea con las estimaciones de una caída de un 0,9 por ciento.
Analistas consultados por Reuters esperaban que el índice de precios al consumidor se mantuviese estable en un 2,3 por ciento en julio, sin cambios respecto a junio.
En una base mensual, la inflación a los consumidores fue de un 0,1 por ciento en julio, tal como lo esperaba el mercado.
Los datos de la Oficina Nacional de Estadísticas mostraron que la inflación de los alimentos se mantuvo en un 3,6 por ciento en julio y la inflación sin considerar los precios de los alimentos permaneció estable en un 1,6 por ciento, comparado con un 3,7 por ciento y un 1,7 por ciento de junio, respectivamente.