Argentina planteó hoy en la escena internacional su pelea con los llamados "fondos buitre" ante 133 países de Naciones Unidas, a los que afirmó que el cumplimiento de la sentencia de un tribunal federal estadounidense supone un peligro para el sistema financiero global.

El Grupo de los 77 y China, que reúne a esos 133 países, escuchó la presentación de los ministros argentinos de Exteriores y Economía, Héctor Timerman y Axel Kicillof, respectivamente, y aprobó una declaración para enviar al juez federal estadounidense Thomas Griesa señalando su preocupación por el caso y sus posibles consecuencias internacionales.
Se trata de "un gesto de enorme solidaridad", señaló Timerman en una conferencia de prensa tras la reunión, y añadió que el caso es de "una gravedad extrema, no solo para Argentina sino para todo el sistema financiero internacional".
Kicillof señaló en la misma rueda de prensa que por ahora "no hemos recibido respuesta a nuestra petición" al juez Griesa para que aplique una moratoria de su orden para que pague a los fondos especulativos unos 1.500 millones de dólares por bonos no reestructurados con motivo del próximo vencimiento de la deuda reestructurada, que es el próximo lunes día 30.