Los primeros modelos eléctricos de los emblemáticos taxis londinenses, los conocidos como 'black cabs', empezaron a circular el martes en la capital británica, un cambio destinado a contribuir a la reducción de la contaminación en la ciudad.
Estos 'black cabs' empezaron a remplazar a los viejos taxis diésel. Se espera que para 2021 haya unos 9.000 taxis eléctricos -cerca de la mitad de la flota actual- operativos en la ciudad.
"El vehículo es totalmente nuevo y es una experiencia mucho mejor, tanto para los taxistas como para los pasajeros", dijo a Chris Gubbey, director ejecutivo del London Electric Vehicle Company.
"El manejo es mejor y es muy silencioso", añadió.
Los nuevos taxis mantienen mucho de su diseño característico, pero son bastante más grandes, dando capacidad para un sexto ocupante.
Estos modelos eléctricos se han actualizado con wifi, cargadores USB, un enchufe y un lector de tarjetas de pago sin contacto en la parte trasera.
Y el nuevo techo transparente permite a los pasajeros contemplar el paisaje urbano.
"La calidad es increíble. A los clientes les va a encantar. Es tan suave y silencioso", declaró Peter Powell, de 61 años, taxista londinense desde hace 22 años, y que estuvo probando los nuevos 'black cabs' durante los últimos dos meses.
Pero admitió que a "muchos veteranos no les gusta el cambio", y algunos se quejan de los escasos puntos de recarga de batería.
El nuevo taxi TX eCity cuesta 55.000 libras (73.800 dólares, 62.400 euros), comparado con las 45.000 libras de los antiguos diésel TX4s.
Sin embargo, los fabricantes calculan que los taxistas ahorrarán 100 libras a la semana en gasolina.
Este modelo produce cerca del 10% del dióxido de carbono emitido por los antiguos modelos, y sus emisiones de óxido nitroso son casi cero.
También pueden recargarse en 35 minutos en las estaciones de recarga rápida