Las nuevas medidas son una promesa de larga data del gobierno chino e incluyen la flexibilización de inversión extranjera en sectores que van desde la banca, hasta la agricultura.
Poco a poco China concreta sus promesas de abrirse a los extranjeros en tanto una inminente guerra comercial con los Estados Unidos concentra la atención en la posición de Pekín respecto de hacer negocios en la segunda mayor economía del mundo.

El gobierno formalizó el jueves la flexibilización de los límites a la inversión extranjera en una serie de sectores, desde la banca hasta la agricultura, con lo que actualizó su llamada lista negativa de sectores donde la inversión extranjera está restringida o prohibida.

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Es una oportunidad para que firmas como Goldman Sachs Group y BP se expandan en una economía que tiene 1.400 millones de consumidores. Entre los cambios, muchos de los cuales se han anunciado con anterioridad, se eliminarán los límites máximos a la propiedad extranjera de firmas corredoras y compañías aseguradoras en 2021 y en 2022 se hará lo mismo en el sector de manufactura de autos de pasajeros. El país también abrirá partes de su creciente sector de productos primarios.

El gobierno estadounidense y la Unión Europea han criticado con frecuencia la falta de apertura de la economía china, que comprendía barreras al ingreso a determinados sectores así como exigencias a las compañías que invierten, tales como la transferencia de valiosa tecnología. Las relaciones de China con EE.UU. se deterioran y ambos países amenazan con incrementar los aranceles a partir de principios de julio e imponer otras restricciones.

La publicación de la lista llega en una “coyuntura crítica en una inminente guerra comercial”, dijo Gai Xinzhe, analista del Instituto de Finanzas Internacionales del Banco de China en Pekín. “La reducción de la lista significa que habrá más oportunidades para las empresas extranjeras y reitera la posición antiproteccionista de China”.

China busca aumentar el acceso extranjero a su mercado, tanto con estos cambios en relación con la inversión como con la reducción de aranceles para distintos productos. La declaración del jueves de la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma señaló que a partir del 28 de julio la cantidad de sectores restringidos a los inversores extranjeros se reducirá a 48, mientras que eran 63 en 2017.

Materias primas

El enorme sector de materias primas del país tiene un gran peso entre aquellos retirados de la lista.

En lo que constituye una ventaja para empresas como Bayer AG y KWS Saat Se, China pondrá fin al límite a la propiedad extranjera de compañías que desarrollan y producen semillas a excepción de trigo y maíz. Antes no se permitía que extranjeros accedieran a una participación de control en empresas conjuntas. También se eliminarán las limitaciones a las compras locales y a las ventas mayoristas de arroz, trigo y maíz. Se mantendrá la prohibición de que extranjeros desarrollen y produzcan peces, ganado y cultivos transgénicos.

La CNDR también eliminará la norma de que los socios chinos deban tener una participación mayoritaria en la construcción y operación de redes eléctricas, en línea con una reforma más amplia del sector de electricidad en tanto el gobierno busca reducir el exceso de capacidad y la ineficiencia.

“Flexibilizar el ingreso de todas las formas de capital al sector es un paso natural para la reforma eléctrica de China, dijo por teléfono Tian Miao, un analista de Everbright Sun Hung Kai Co. en Pekín. “Las reformas eléctricas de China en los últimos años han impulsado una mayor transparencia de la estructura de costo de los operadores de red y el papel del mercado en la distribución de electricidad”.