La Conferencia Episcopal de Venezuela (CEV) acusó este miércoles al jefe del Estado, Nicolás Maduro, de anteponer su proyecto político a la situación humanitaria, que considera apremiante dentro de la crisis económica que vive ese país sudamericano.
En un documento, los obispos aseguraron que Maduro es "el principal responsable" de la crisis que azota al país "por anteponer su proyecto político a cualquier otra consideración, incluso humanitaria".
"El gobierno se presenta ante el país como víctima de manejos externos e internos. Esto no es más que la confesión de la propia incapacidad para manejar el país", reza el texto, leído ante los medios de comunicación por monseñor Manuel Felipe Díaz, arzobispo de Calabozo, estado de Guárico (norte).
La Iglesia señala que atiende los "temas pastorales" que les son propios, pero que, "como ciudadanos", los obispos dirigen "la mirada y la reflexión" hacia el país y su "situación particular", que califican como "gran tribulación".
"La mayor parte de la población no cuenta con los medios para hacer frente a la monstruosa hiperinflación. La calidad de vida de los venezolanos, ya sumamente precaria, se deteriora día a día", añade el texto.
Los obispos también mencionan a los llamados "presos políticos" del país, que el lunes iniciaron un nuevo motín en los calabozos de la sede del servicio de inteligencia en Caracas para denunciar presuntos malos tratos y exigir la mediación de la Fiscalía para que se cumplan medidas de excarcelación ya acordadas por tribunales.
"Mientras existan presos políticos y adversarios a quienes se les niega su derecho a postularse (en candidaturas políticas), no habrá proceso electoral libre y soberano", expresó la Iglesia el mismo día en que se convocaron en el país unas votaciones municipales para escoger 4.900 cargos el 9 de diciembre.
Venezuela, el país con las mayores reservas probadas de crudo en el planeta, sufre una grave crisis económica que se traduce en escasez e hiperinflación, un fenómeno que pulverizó el poder de compra de los trabajadores.
"Urge en Venezuela una dirigencia política que ponga en el centro de sus reflexiones y de su accionar al pueblo (...) los líderes de la oposición deben ofrecer al pueblo alternativas de cambio", agregan los religiosos.
La Iglesia y el Gobierno venezolano mantienen diferencias públicas desde la llegada al poder del chavismo, que rige el país desde 1999 y acusa a los obispos de ejercer proselitismo político. Pero la Iglesia en su exhorto de hoy señala que "no aspira dominar el panorama social, ni convertirse en factor de gobierno o de oposición".