A alta velocidad
Yendo deprisa, agáchate un poco. No estamos diciendo que te tumbes en el depósito como en las carreras. Inclinándote un poco hacia adelante, no haces el ridículo y ganas mucho confort al evitar gran parte del flujo de aire. Puede que sólo sea necesario mover tu trasero hacia atrás.
En vías urbanas
No pases frenando en los resaltes del asfalto que cada vez son más habituales en calles para reducir la velocidad. Frena antes para no cargar demasiado la horquilla.
Máxima visibilidad
No hay que pegarse a camiones, autobuses o furgonetas. Debes dejar espacio libre para ver lo que te vas a encontrar y controlar el tráfico desde un lateral y no desde el centro del carril. Si puedes, adelanta rápido.
Contramanillar
Utiliza la técnica del contramanillar. Te facilitará muchas veces el cambio de dirección. Si no lo has hecho hasta ahora, sigue este consejo. En una recta despejada de tráfico, circula a una velocidad de unos 50 km/h y con las palmas de las manos en el manillar, haz fuerza hacia adelante con la mano derecha de modo que el manillar gire ligeramente a la izquierda. ¿Hacia dónde va la moto? ¡Sorpresa!: hacia la derecha. El leve giro del manillar hacia la izquierda implica que la moto gire hacia la derecha, el lado opuesto. Una vez habituado, puedes utilizarlo para entrar o salir de una curva, o para inclinar más o menos en plena trazada.
Jugar con las estriberas
Apoyarse en la estribera de fuera de la curva (la derecha en una curva de izquierdas) da más tracción y seguridad. En agua es una técnica muy útil. Entrénalo en un lugar sin tráfico. En recta, cuando presionas la estribera derecha, la moto se dirige a la derecha. Así tienes un recurso más para dirigir la moto.
Frenada de emergencia
Apretar el depósito con los muslos en frenadas fuertes ayuda a que tu peso no se transfiera hacia adelante demasiado. De este modo la horquilla trabajará más eficazmente al librarse de un peso añadido.
Estilo de carreras
Sacar el cuerpo no es una técnica sólo válida para circuito. En carretera también es viable. Sirve para inclinar menos la moto, siempre y cuando vayas solo. En las motos deportivas actuales, su geometría radical está diseñada para este tipo de conducción. Pruébalo y verás que funciona, pero sin llegar a extremos de circo.
Anticipación en curvas
Hay que llegar a las curvas con los deberes hechos: frenada, mirar por dónde vas a ir, marcha correcta... Que no se te acumule el trabajo una vez dentro. Lo importante es la salida de la curva en la posición adecuada para abrir gas sin problemas. Da igual cómo sea tu moto. Las curvas son siempre iguales: frenar, bajar marchas, cuerpo y pies en su lugar, contramanillar y acelerador para salir. Cada cosa a su tiempo. Sé prudente y deja los límites para el circuito. Siempre tendrás un as en la manga.
Trazar en la vida real
La conducción en carretera abierta no tiene por qué ser idéntica a la de circuito. Hay que trazar un poco por la parte externa de la curva para ver mejor lo que te encontrarás más adelante.
En un túnel
Piensa que al entrar en un túnel te puedes quedar sin vista un instante y puede haber una retención... Ten prudencia y adecua tu ritmo a la entrada. Sobre todo en ciudad y de día, toma como referencia los pilotos del coche que te precede por tu carril; hasta que acostumbres la vista, mejor no abordar el otro carril. Ojo a las manchas de humedad por las filtraciones. A la salida del túnel, la luz te puede cegar y no es extraño que venga una curva. También adecua tu velocidad a la salida.
Curvas enlazadas
En las sucesiones de curvas, es mejor sacrificar la inicial para entrar mejor en la segunda y sucesivas. Si la primera te la comes, la siguiente se te atragantará por completo. Deja margen al entrar en la primera parte para tener una mejor posición en las siguientes.
En grupo
Cuando vas en carretera o en ciudad con otras motos, no mires sólo al que está delante. Mucha gente se obsesiona mirando tan sólo el piloto trasero de quien le precede. Mira lejos y sitúate a un lado. Es mejor conocer a la gente que te acompañará. Sería aconsejable que todos estéis al mismo nivel o, en caso contrario, sed conscientes de que no todos vais igual. Es importante repostar o ir al servicio todos al mismo tiempo. En caso contrario, una simple ruta puede convertirse en un viaje interminable.
La luz del de delante
No te quedes con la mirada fija por la noche en la luz del vehículo que tienes delante. Mira más lejos: señales, otros vehículos, etc. Te será de mayor ayuda. Puede que no le funcione su luz de freno.
Apúntate a un curso de conducción
Los cursillos en circuito son muy útiles, no sólo para rodar como tus ídolos. Elige aquéllos que incluyan eslalon, frenadas... Es bueno conocer dónde está tu límite. Así, una contrariedad será una situación más familiar y sabrás qué hacer. El entrenamiento es fundamental.