Tras azotar las playas de México, la plaga del sargazo llegó a Florida. Abundan en la orilla, oscurecen el color del agua y atentan contra la vida de los animales.
Primero aparecieron en el caribe mexicano. En Cancún y Playa del Carmen, los turistas reportaron la proliferación de algas del tipo sargazo, que invadían la orilla y desteñían el típico color cristalino del agua. Pero en los últimos días la marea oscura también llegó hasta las costas del sur de Florida, con consecuencias alarmantes para el paisaje y el turismo.
Las expertas Marta García y Brigitta Ine Van Tussenbroek, del Instituto de Ciencias del Mar y Limnología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), lo habían denominado como un "desastre ecológico", pues contaminan el agua, perjudican la vida animal y generan mal olor.
En realidad, los especialistas aseguraron que no es la primera vez que aparecen en la playa, aunque sí en esta cantidad. Ya sea por el cambio climático o por obra de la geografía, las algas abundan en la arena y también en la orilla, mar adentro, por lo que son un gran obstáculo para que los turistas puedan refrescarse en el verano norteamericano.
Según Van Tussenbroek, la solución es frenar la llegada del alga a las playas desde sus lugares de origen, "el mar de sargazo original", situado cerca de las islas Bermudas. Pero la tarea no es para nada sencilla.
Los propios hoteles de la ciudad balnearia invierten millones de dólares en la limpieza de sus costas y se suman a los esfuerzos del Gobierno local, aunque las algas todavía persisten en cantidad.
Incluso la semana pasada la Comisión para la Conservación de la Pesca y la Fauna de Florida alertó sobre la muerte de miles de peces, tortugas y anguilas en el suroeste de Florida a causa de la "marea roja", otra microalga que afecta la zona.
Al menos siete condados de la costa suroeste se ven perjudicados de "forma persistente" por la floración de la "Karenia brevis", según su nombre técnico.
El informe indica que, a raíz de esta situación, la playa Siesta Key, una de las favoritas de los turistas, muestra una postal prácticamente desierta en la actualidad.
Allí el mar presenta un inquietante color entre rojo y marrón en la zona cercana a la orilla, que contrasta con las blanquísimas arenas de la playa.
Aunque no hay consecuencias graves para las personas que entran en contacto con estas algas, algunos especialistas indican que podría causar irritación de ojos, tos persistente y estornudos.
El capitán Wayne Genthner, que maneja una compañía de excursiones en barco para mostrar la vida marina de la zona, le contó a un canal de televisión local que sus contrataciones por parte de turistas europeos han bajado hasta un 50 por ciento.
"No esperan ver peces gato, sábalos y manatíes muertos. Vienen en busca de algo limpio y divertido", subrayó al Local 10.