Los problemas en los mercados emergentes aumentarán esta semana, agravados por la prevista reducción de la compra de activos por parte de la Fed, que hoy empieza su reunión de dos días sobre política monetaria.

Con la liquidez empezando a desaparecer, los mercados emergentes necesitan volver a las reformas estructurales en el lado de la oferta si no quieren arriesgarse a sufrir una crisis.

Mientras varios mercados emergentes han flirteado con una liberalización del mercado, estas ideas han sido a menudo dejadas de lado tan pronto el crédito barato ha sido capaz de maquillar cualquier caída de una economía todavía dirigida desde el gobierno.

Los grandes bancos centrales han mantenido los tipos de interés artificialmente bajos a través de una política monetaria poco tradicional y los flujos de capital han empujado hacia arriba los precios de los activos de los mercados emergentes en la búsqueda de rentabilidad. Al mismo tiempo, estos mercados emergentes han construido economías basadas en el crecimiento de las exportaciones, felices de ampliar el saldo de sus balanzas de pagos.

Pero la relativa contracción de la política monetaria de la Fed y otros bancos centrales ya está en marcha con el inicio de la reducción de las facilidades monetarias y no pasará mucho tiempo antes de que esta se convierta en una política monetaria verdaderamente contractiva. Sus consecuencias pueden torpedear las economías emergentes, que han visto como entraban grandes flujos de capital en sus empresas domésticas mientras contraían deudas en Dólares. Y pese a tener todavía en la memoria el golpe de la crisis asiática, algunas economías del sureste asiático como Indonesia parecen encaminadas a otra zozobra.

Si el FOMC decide seguir reduciendo la compra de activos de la Fed (actualmente en los 75000 millones de Dólares al mes), habrá que esperar más problemas en los mercados emergentes.

Turquía

Parte de los actuales problemas de Turquía provienen de la burbuja creada a partir de los pronósticos de los expertos de los grandes bancos internacionales. Primero fue Jim O'Neill de Goldman Sachs quién creó el acrónimo BRIC (Brasil, Rusia, India y China) asociándolo a atractivas historias de crecimiento. Pero luego llegaron el resto con más grandes acrónimos: los CIVETS (Colombia, Indonesia, Vietnam, Egipto, Turquía y Suráfrica) y los MINT (México, Indonesia, Nigeria y Turquía).

Pero mientras Nigeria, México o Colombia tienen grandes reservas de materias primas para apoyar la liberalización de sus mercados de capitales, Turquía realmente no tiene nada para dar solidez a este proceso. El país otomano ha conseguido surcar la ola de la diversificación de los volátiles activos europeos en el período 2007-2011, con acceso a la deuda en la misma base que sus compañeros del MINT. El problema es que Turquía ahora no puede pagar la cuenta, ni parece que pueda llegar en los próximos 20 años a los niveles de prosperidad requeridos para ello.

La crisis que golpea actualmente a Turquía es básicamente gubernamental, mostrando los agujeros del supuestamente reformado sistema político turco. Pero la crisis también es consecuencia del quiebre de la ilusión de una prosperidad construida sobre la barata deuda externa.

La Lira ha perdido un 16% desde la detención de los hijos de tres ministros el 17 de diciembre y su caída ha arrastrado a las empresas turcas con ella, mostrando la enorme dependencia del crecimiento económico turco de la deuda externa.

Según los últimos datos del Banco Central de Turquía, la deuda del sector privado está en 193500 millones de Dólares, un 57% del cual está denominado en Dólares.

De momento, el primer ministro Tayyip Erdogan se ha opuesto firmemente a cualquier subida de tipos de interés con el argumento habitual de los “especuladores internacionales” intentando hacer caer a la economía turca. Sin embargo, cuando hoy se reúna el banco central, probablemente se verá a subir los tipos para detener la caída.

A largo plazo, Turquía va a necesitar un largo período de transición si quiere mantener algo del crecimiento que logró gracias al acceso a la deuda externa. No hay atajos a la prosperidad económica de largo plazo fuera de “paz, impuestos bajos y una justicia tolerable”.

El Banco Central de Turquía ha anunciado que emitirá un comunicado sobre el resultado de su reunión esta medianoche (22.00 GMT).