No es la primera vez que la ciencia encuentra un vínculo entre las relaciones humanas y el estado de salud. Dos extensos metaanálisis ya determinaron en su momento que el aislamiento social puede aumentar el riesgo de muerte prematura hasta en un 50%. La dimensión social de la especie humana es muy determinante en su supervivencia. Y no solo la red de relaciones de amistad, sino, en concreto, la de la pareja.
Ahora, un estudio publicado en la revista Heart asegura haber encontrado la causa de nada menos que el 20% de las enfermedades cardiovasculares –el 80% se asocia a factores como la edad, el colesterol o el tabaquismo-, y esta es, precisamente, el matrimonio.
Las personas casadas (o que han estado casadas) tienen un riesgo significativamente menor de padecer enfermedades cardiovasculares, y también sobreviven más a ellas. Esta es la conclusión del extenso análisis, que recogió los 34 trabajos más relevante, con un total de 2 millones de participantes de entre 42 y 77 años, procedentes de Europa, Escandinavia, América del Norte, Oriente Medio y Asia.
En concreto, las personas casadas, viudas o divorciadas presentan un 42% menos de riesgo de desarrollar enfermedades cardiovasculares, y un 16% menos de riesgo de desarrollar patologías cardiacas de la arteria coronaria, en comparación con las personas solteras.
Y la reducción del riesgo no solo radica en el mantenimiento de la relación de pareja; el simple hecho de haber estado casado, aunque el matrimonio se rompa después ya es un factor de protección.
En personas divorciadas, el riesgo de padecer enfermedades del corazón es un 35% menor, tanto en hombres como en mujeres. En el caso de las personas que habían enviudado, la reducción del riesgo observada fue del 16%.
No obstante, los análisis dejan algunos flecos sueltos. Todavía no se disponen de datos de parejas del mismo sexo, y tampoco se ha tenido en cuenta factores como la calidad del matrimonio, o la convivencia entre parejas de larga duración que no están casadas. No obstante, los investigadores aseguran que esta conclusión se puede aplicar también a las parejas que conviven juntas: disfrutan de los mismos beneficios que quienes están casados.
Más cuidados por 'insistencia' de la pareja
Las hipótesis de que el hecho de estar casado tenga tanto peso en la disposición a desarrollar enfermedades coronarias son varias. En primer lugar, los pacientes tienden más a cumplir con la medicación y la rehabilitación después de haber sufrido un accidente cardiovascular.
Además, tienden a ignorar menos los síntomas que preceden a este tipo de ataques cuando están solteros que cuando están en pareja. “Los hombres tienen más a ignorar este tipo de síntomas. Normalmente, solo buscan atención médica tras la insistencia de sus cónyuges”, según el profesor Mamas A. Mamas, de la Univerisdad de Keele (Reino Unido), uno de los autores principales del estudio.