Investigadores estadounidenses demostraron que la experiencia verbal de un bebé en los primeros meses de vida permite establecer el desarrollo cognitivo y lingüístico que tendrán 10 años después, publica hoy la revista Pediatrics.
Los especialistas señalan que las conversaciones de los padres con su hijo equivalen para su cerebro a lo que representa una dieta nutritiva para el desarrollo corporal.
Lo anterior fue comprobado al analizar cinco mil minutos de registros de audio de 146 bebés y niños pequeños, de entre dos meses y cuatro años, cuando interactuaban con sus padres.
Esos mismos infantes fueron sometidos luego a diferentes test para medir sus habilidades lingüísticas y capacidades cognitivas cuando tenían entre nueve y 14 años.
Al analizar los datos, los científicos descubrieron que las conversaciones mantenidas entre los 18 y los 24 meses de edad explican el aumento de entre un 14 y un 17 por ciento de las diferencias en el cociente intelectual, en sus habilidades lingüísticas y en la capacidad cognitiva de los niños, en relación con otros de su misma edad.
Los expertos aseguran además que esas conversaciones aumentan en un 27 por ciento la capacidad de comprensión verbal del pequeño cuando cumple los 10 años, incluso por encima de los factores socioeconómicos de las familias.
De acuerdo con los investigadores, estos datos apoyan la hipótesis de que la conversación temprana y la interacción desde los 18 a los 24 meses de edad pueden usarse para predecir el lenguaje escolar y los resultados cognitivos del infante.