Vivimos en un mundo cada vez más seguro para hacer pagos electrónicos. Al principio todos éramos un poco reacios y dudábamos de que se pudiese operar con tranquilidad. Poco a poco la gente se ha ido habituando y se han instaurado en nuestras vidas. Tanto que parece que el dinero en metálico tiene los días contados y pasará a ser un método de pago casi residual.
Estamos tan habituados que nos hemos relajado y bajado un poco la guardia para prevenir problemas con los pagos. Ya sea con las tarjetas de crédito de toda la vida o con nuevas apps de pagos, siempre ha habido algunos problemas y riesgos y los habrá. Así que más vale ser precavidos y conocer cuáles son los peligros.
Los pagos digitales se han vuelto tan habituales que ya no prestamos tanta atención a la seguridad, pero mucho cuidado porque te puedes llevar un susto. Fuente de la imagen: Digital Trends.
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Las nuevas aplicaciones P2P de pago entre amigos o compras rápidas, como Venmo, Apple Pay, Facebook Messenger o Square Cash, permiten pagar en segundos porque están vinculadas a la cuenta de del banco o tarjeta de crédito.
Pero la seguridad y la privacidad se están sacrificando en aras de la comodidad. Por ejemplo, Venmo tiene un componente social en la aplicación. Los usuarios pueden intercambiar emojis y comentar cuando envían dinero a sus amigos. Lo que ocurre es que a menos que se restrinja la configuración de privacidad, completos desconocidos pueden ver en qué gastas el dinero.
Con esos datos los hackers pueden mandar a esa persona un correo fraudulento con el objetivo de persuadirle para que se revele contraseñas personales. O incluso reclamarle que efectúe pagos que no se debe hacer.
Por otro lado, debemos asegurarnos de que nuestro software de ordenadores y teléfonos tenga instalados antivirus y antispyware. ¡Y qué estén actualizados! Podemos estar operando tranquilamente y mediante programas informáticos pueden estar registrando los pagos que haces, las teclas del ordenador que pulsas o los números o letras que pulsas en el teléfono o verte a través da cámara del móvil. Con todo ello consiguen operar financieramente con tus datos.
La importancia de las webs seguras
Al realizar pagos online, hay que buscar los símbolos de seguridad como un icono de candado en la barra de estado del navegador, una “s” después de “http” en la dirección URL o las palabras “Secure Sockets Layer” (SSL). Cuanto más atentos, menor será el riesgo.
Un detalle importante es evitar poner contraseñas sencillas u obvias, como el nombre del marido o la esposa o la fecha de nacimiento. Passwords complejas y aleatorias y cambiadas regularmente son una perfecta barrera antiestafas. Los métodos de pago pueden ser muy seguros, pero si el usuario facilita las cosas a los ladrones echa al traste todas las medidas de seguridad.
Una posible solución de futuro puede ser la que se ha instaurado en China. Alipay y WeChat Pay han encontrado un método de pago mediante códigos QR. Una tecnología que todavía es totalmente nueva para los españoles. El sistema es sencillo: se escanea el código único con el móvil del producto a adquirir y se selecciona de qué cuenta bancaria se va a restar el pago. Simplemente con eso se hace la transacción. En el país asiático ya se usa para todo, desde compras en el supermercado hasta pagos de facturas con una seguridad muy alta.
Sea como sea, ser cuidadosos siempre será la clave. Cuanto más precavidos, más minimizaremos el riesgo. Al final se trata de adaptarse a las nuevas tecnologías, tanto a las comodidades que ofrecen como al peligro que pueden conllevar. Es eso o quedarse des****do guardando el dinero debajo del colchón.