Con el uso de acciones ilícitas -traducidas en chantaje político, presiones económicas y promoción de guerras- los Estados occidentales frenan el proceso de la formación de la multipolaridad, con el objetivo de mantener su “estatus de líderes mundiales”, aseveró el canciller de la Federación de Rusia, Serguéi Lavrov.
Durante su intervención en la 73º Asamblea General de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), celebrada en Nueva York, Estados Unidos, señaló que los mecanismos ilegales devalúan el derecho internacional, priorizando así “enfoques unilaterales y codiciosos”.
El diplomático ruso cuestionó que autoridades occidentales continúen con sus intenciones de reemplazar el Estado de derecho en los asuntos mundiales, a través del denominado orden con base en normas, que “se inventa según la conveniencia política y es un ejemplo de dobles estándares”.
“Las acusaciones de injerencia en los asuntos internos de varios países se presentan simultáneamente, con un curso abierto hacia el aflojamiento y derrocamiento de gobiernos democráticamente electos”, agregó, al tiempo que manifestó que “se intentan atraer a algunos Estados a uniones militares contra algunos pueblos, mientras que a otros se les castiga por elegir libremente a sus socios”.
Lavrov, en este sentido, indicó que un grupo reducido de Estados despliegan “acciones egoístas”, razón por la que la comunidad internacional paga un alto precio.
“Resbalan los mecanismos para solventar las cuestiones de seguridad y, en lugar de la democracia, se introducen restricciones unilaterales sin el acuerdo del Consejo de Seguridad. Ciertas decisiones están afectando a decenas de Estados y son ilícitas”, puntualizó.
El canciller ruso señaló que el deterioro de la cooperación constructiva y el aumento de la confrontación provocan el incremento de conflictos espontáneos.