El Banco Central Europeo (BCE) mantendrá mañana jueves, previsiblemente, los tipos de interés en la zona del euro pese a la caída de la inflación en enero, si bien aumenta la necesidad de actuar.

El BCE mantendrá previsiblemente los tipos de interés pese a caída inflaciónMario Draghi, presidente del BCELa mayor parte de los analistas pronostica que el BCE dejará su tasa de interés rectora en el mínimo histórico del 0,25 %.

La inflación interanual en la zona del euro bajó en enero una décima, hasta el 0,7 %, frente al mes anterior, según el cálculo preliminar de Eurostat.

"Todavía esperamos que los tipos de interés permanezcan invariables y tampoco esperamos medidas no convencionales. Pero el riesgo de acción inmediata ha aumentado", considera el experto de UniCredit Marco Valli.

Los mercados financieros descuentan un recorte de tipos de interés tras el débil dato de inflación de enero.

Algunos expertos prevén que el presidente del BCE, Mario Draghi, dejará entrever mañana una bajada del precio del dinero para marzo o abril.

La inflación subyacente, descontados los elementos más volátiles como los alimentos y la energía, se aceleró en enero una décima hasta el 0,8 %.

"La inflación total y la subyacente se sitúan ahora en el mismo nivel que a comienzos de noviembre cuando el BCE decidió bajar los tipos de interés", dijo Valli.

Sin embargo, entonces, los precios habían caído significativamente, lo que obligó al BCE a revisar sus pronósticos para la estabilidad de precios.

Ahora la situación es diferente, según UniCredit, que considera que el BCE revisará a la baja un par de décimas sus pronósticos de inflación para este año, que sitúa en el 1,1 %, pero mantendrá la proyección de una tasa del 1,3 % para 2015.

Los indicadores de confianza empresarial y del consumidor han mejorado, lo que sugiere una aceleración de la actividad económica a comienzos de año.

El Índice de Gestores de Compra del sector manufacturero y de servicios de la zona del euro subió en enero a 52,9 puntos, desde 52,1 puntos en diciembre, lo que supone la expansión más rápida desde junio de 2011.

El BCE tiene poco margen de maniobra con los tipos de interés, porque están prácticamente a cero, pero también podría llevar a cabo una inyección de liquidez a largo plazo, condicionada a que los bancos presten a las empresas y a los hogares, como hizo el Banco de Inglaterra.

Asimismo, la entidad monetaria europea podría comprar activos de deuda para impulsar el crédito y la actividad económica.