El crecimiento económico de China desaceleró más de lo esperado en el tercer trimestre, ya que la debilidad de los datos de la producción industrial y lo que el Gobierno llamó la "situación internacional grave" obstaculizaron las iniciativas para estabilizar la economía y alcanzar sus objetivos de crecimiento.

El producto interno bruto aumentó 6,5% en los tres meses hasta septiembre con respecto al mismo período del año anterior, en comparación con 6,6% en una encuesta de Bloomberg y el ritmo de 6,7% del trimestre anterior. Eso es lo más lento desde las secuelas de la crisis financiera mundial en 2009.

La economía ha enfrentado dificultades cada vez mayores este año, con el empeoramiento de las tensiones comerciales y una caída del mercado de valores que perjudica la confianza en las perspectivas. Esos problemas han llevado a las autoridades a aumentar el estímulo y prometer apoyo adicional, pero el impacto de tales medidas aún no se ha concretado y es posible que se necesiten más.

Mao Shengyong, portavoz de la Oficina Nacional de Estadísticas, dijo en una sesión informativa este viernes que, si bien la situación internacional estaba ejerciendo una "presión a la baja" sobre la economía de China, el crecimiento sigue estable y el país va camino de alcanzar la meta de expansión para todo el año de cerca de 6,5%.

"La economía china está perdiendo impulso", dijo ****eric Neumann, codirector de investigación de economía asiática en HSBC Holdings Plc en Hong Kong. "Si bien es fácil culpar a la pelea comercial con Estados Unidos por esto, hasta el momento la desaceleración es impulsada más que nada por factores domésticos, con una baja de los gastos en infraestructura y una caída de las ventas de autos".

PROMESAS

El viceprimer ministro Liu He, un importante asesor económico del presidente Xi Jinping, y los jefes del banco central, el ente regulador bancario y de seguros y el ente regulador de valores emitieron declaraciones este viernes donde expresaron su apoyo al mercado y prometieron medidas para ayudar a aliviar las presiones financieras sobre las compañías, especialmente aquellas con una alta proporción de acciones comprometidas. Los funcionarios no llegaron a prometer una intervención directa.

Liu dijo que la guerra comercial ha afectado a China más psicológicamente, que el Gobierno está en contacto con Estados Unidos y "presta mucha atención" al desarrollo saludable y constante del mercado de valores.

El ministro también negó las versiones de que la economía privada ha sido marginada en tanto avanzan las empresas estatales. Dijo que "eso no es verdad" y agregó que los dos sectores son interdependientes y deberían cooperar, y que es "completamente erróneo" que algunos bancos consideren más seguro otorgar préstamos a empresas estatales que a empresas privadas.

"Las lecturas no parecen sólidas: el PIB para todo el año podría subir entre 6,5% y 6,6%, según la tendencia", dijo Zhou Hao, economista sénior de mercados emergentes de Commerzbank AG en Singapur, y agregó que de todos modos esa cifra cumpliría con los objetivos oficiales. Al mismo tiempo, “los líderes están preocupados por la inestabilidad del mercado financiero y la baja confianza del mercado. Las políticas podrían volverse más flexibles e incluso estimulantes en el futuro", afirmó.