Miles de centroamericanos reanudaron ayer su recorrido por el sur de México mientras las autoridades intentan esclarecer la muerte de un migrante en la frontera con Guatemala.
La caravana, integrada por unas 4.000 personas, partió temprano desde las afueras de Tapanatepec y planea llegar a Niltepec, 54 km al noroeste en el estado de Oaxaca. Los migrantes todavía deben recorrer unos 1.600 km hasta llegar al cruce fronterizo más próximo en Texas.
El domingo varios cientos derribaron las vallas fronterizas en el poblado guatemalteco de Tecún Umán como lo hicieron hace más de una semana y se enfrentaron con las autoridades mexicanas que estaban determinadas a no permitir que la caravana crezca.
Por otro lado, el presidente estadounidense, Donald Trump, aseguró que los militares de su país impedirán el paso de la caravana de migrantes centroamericanos, “a menos que opten por el trámite legal”, escribió el mandatario en su cuenta de Twitter.
![]()