Una distensión en la guerra comercial entre Estados Unidos y China no puede llegar lo suficientemente pronto para la economía japonesa, ya que sectores clave de la economía están mostrando signos de debilidad. El sector manufacturero de Japón se desaceleró en noviembre, lo que generó preocupación por la fortaleza de la economía. El PMI manufacturero cayó a 52.2, desde 52.9 en octubre. La guerra comercial mundial en curso es un factor primordial en la lectura débil, ya que las compañías japonesas que exportan a los Estados Unidos o China se han visto afectadas por los aranceles más altos. Una economía más débil en la eurozona ha conducido a una menor demanda europea de exportaciones japonesas. Para empeorar las cosas, la demanda doméstica sigue siendo frágil, ya que los consumidores nerviosos continúan sujetándose firmemente a las cuerdas de su bolso.