Los fundamentales importan: Europa y Asia albergan varias compañías bien gestionadas.
Una vez que decido que me gustan los fundamentales de una compañía en concreto, siempre vuelvo a la base, que para mí es que la rentabilidad de una acción es la revalorización del capital más el dividendo. La realidad actual es que los rendimientos por dividendo son más altos fuera de EE.UU., y la revalorización del capital puede ser mayor de lo que parece. Muchas compañías también tienen una sólida cultura de pago de dividendos: están muy centradas en devolver el flujo de caja a los accionistas. Cuando observo el beneficio de explotación en lugar del beneficio por acción, las tasas de crecimiento de muchas empresas europeas son comparables a las de EE.UU.
En EE.UU. existe un gran interés por las recompras con el fin de mantener un crecimiento constante del beneficio por acción. En cambio, se presta menos atención al beneficio de explotación y al crecimiento orgánico. Las compañías se están endeudando para recomprar acciones. En consecuencia, el beneficio por acción crece a una velocidad mucho mayor que el beneficio de explotación. Esto no es una práctica habitual fuera de EE.UU. Algunas compañías lo hacen pero a una escala mucho menor y con menos frecuencia. E incluso cuando lo hacen, no suelen cancelar la acción, por lo que no conlleva un crecimiento del beneficio por acción.
Las compañías no pueden adquirir préstamos de manera indefinida para pagar dividendos. Tampoco pueden recurrir demasiado al flujo de caja operativo para pagar dividendos a los accionistas, ya que a menudo esto se hace a costa del ciclo de reinversión.
Una compañía bien equilibrada es aquella que puede tomar parte de su flujo de caja operativo, utilizarlo según las necesidades del negocio y, a continuación, considerar otras fuentes de crecimiento, ya sea mediante adquisiciones o por otra vía. Después de todo ello, todavía debería quedar algo de efectivo para respaldar una política de dividendos estable pero en crecimiento. Existe una disciplina tanto para la gestión del negocio como para la composición del capital. Según mi experiencia, las compañías que logran combinar ambos factores de manera equilibrada suelen tener una evolución del precio de las acciones muy buena durante largos periodos de tiempo. Pues bien, estas son las compañías en las que me interesa invertir a largo plazo.