- Una empresa canadiense lanza una propuesta de alojamiento basado en el coche autónomo
¿Miedo a volar? ¿Necesidad de aprovechar al máximo el tiempo durante el viaje? ¿Voluntad de reducir costes en el transporte y alojamiento? ¿Contar con un medio de transporte y alojamiento sostenibles? Responder a cada una de estas preguntas es fácil, sin embargo, encontrar una solución que las englobe a todas resulta, a priori, algo más complicado, aunque no imposible para Aprilli, una compañía canadiense de diseño.
La empresa, especializada en la proyección e implementación de proyectos sostenibles, ha lanzado una propuesta que podría revolucionar los viajes del futuro: una habitación de hotel sobre ruedas. La iniciativa, bautizada como The Autonomous Travel Suite (ATS), ofrece la posibilidad de convertir un vehículo autónomo -es decir, un automóvil sin conductor- en una pequeña suite en la que no se ha escatimado ningún detalle propio de un hotel.
La habitación rodante contaría con un cómodo espacio para dormir, un inodoro, una ducha, una diminuta cocina y un espacio de trabajo y de ocio, un completo equipamiento para aprovechar el tiempo de viaje de una forma productiva. El diseño exterior del habitáculo, de cristal, estaría dotado de tecnología inteligente que permitiría preservar la intimidad de su ocupante -o ocupantes-. Y es que se ha previsto la construcción de habitáculos de distinto tamaño: individuales para personas que viajan solas, o más grandes para parejas, familias o grupos reducidos.
Pensado para largos viajes
Los ATS no están concebidos para viajes de corta distancia, sino para trayectos con una duración de seis a diez horas, frecuentes en desplazamientos entre ciudades de Estados Unidos. En este sentido, ofrecerían un servicio puerta a puerta, en el que el pasajero seleccionaría los puntos de inicio y finalización y los puntos intermedios en los que desearía detenerse. Se garantizaría la autonomía del coche o, en caso contrario, contaría con un soporte técnico exterior que permitiría ampliarla.
En otra palabras, la dinámica de funcionamiento sería similar a la del coche de alquiler -eléctrico o de hidrógeno-, con flexibilidad y movilidad ilimitadas, sin horarios fijos y con unos costes asequibles, ya que evitaría tener que pagar por transportes locales, vuelos o trayectos en tren, y por hotel.
La gestión de estos peculiares vehículos correría a cargo, según Aprilli, de Autonomous Hotels, una cadena de hoteles con instalaciones físicas adaptadas en distintos puntos del país que ofrecerían durante el viaje servicios adicionales a los clientes como restaurantes, piscinas, gimnasios, puntos de recarga o salas de reuniones.
La originalidad de los ATS ha sido premiada en la edición de este año de los Radical Innovation Award, que se celebraron en octubre en Nueva York, y su implementación podría ser una realidad dentro de una década.