El empresario Delfín M. A. pergeñó un plan para enriquecerse con el dinero invertido por medio centenar de personas en el mercado de divisas, pero sin la autorización de la Comisión Nacional del Mercado de Valores, y estafó 5,8 millones de euros entre los años 2006 y 2008. El procesado ha sido condenado por un delito continuado de estafa a seis años y medio de cárcel.
La sentencia de la Sección Tercera de la Audiencia Provincial de Valencia considera probado que Delfín recibió dinero en mano y liquidó los primeros beneficios, pero meses después dejó de pagar a los inversionistas y desvió hasta 5,8 millones de euros a sus cuentas bancarias y a las de sus empresas, así como a Panamá, e hizo desaparecer toda la documentación de estas operaciones ilegales. A los primeros inversores les devolvió el dinero con beneficios de hasta un 15% en algunos casos para ganarse su confianza e incentivar mayores inversiones. Estas ganancias las pagaban con el dinero que entregaban las personas que captaban en eventos organizados por Rosa María M., que ha sido absuelta del delito de estafa del que había sido acusada por la Fiscalía.
El tribunal condena también a Iván M., hijo del principal encausado, a tres años de cárcel como cooperador necesario de un delito continuado de estafa. Además, padre e hijo deberán indemnizar con unas cuantías que suman 5,8 millones de euros a medio centenar de personas que estafaron.
Según la sentencia, Iván M. convenció a muchos de sus amigos para que invirtieran en Delmar Inversiones Inmobiliarias S. L., la empresa de la que era el titular Delfín. Cuando los inversores descubrieron que su dinero se había esfumado, Iván se marchó a vivir al extranjero sin dar explicaciones a las personas estafadas. Algunas de las víctimas conocieron al condenado en los certámenes de belleza en los que participaba.