Enero es un mes que estrenan con ahínco todos los lugares del planeta. Es momento de hacer la maleta y cumplir con los nuevos propósitos viajeros. Estos son los cinco destinos ideales.
La mejor forma de comenzar el año es viajando a ese lugar que teníamos pendiente en nuestra lista viajera o nos evoque la imaginación inesperadamente. Durante el primer mes del año algunos destinos irradian un ambiente especial y lucen sus mejores galas, permitiéndonos disfrutar de una escapada a la altura de la ocasión y, al mismo tiempo, huir del hastío posnavideño y la agotadora lista de propósitos que nos autoimponemos cada vez que estrenamos año. Enero es un mes que estrenan con fuerza todos los lugares del globo. Estas son algunas ideas para hacer frente a la tediosa cuesta de enero.
Londres, Reino Unido
Además de los muchos lugares de interés que guarda la capital británica, está repleta de tiendas, comercios gigantescos y centros comerciales que en rebajas tienen precios sumamente interesantes, ejerciendo de poderoso atractivo para los devotos del shopping. Harrods y Piccadilly Circus son el epicentro donde acuden locales y viajeros ávidos de encontrar las mejores gangas. Enero es también un buen mes para disfrutar de una obra o un musical en el teatro West End, pues pasado el fervor navideño los precios son más asequibles, o de la programación especial de museos como National Gallery o Tate Modern. En estas fechas también tienen lugar el Festival de Cortometrajes, consagrado al cine independiente de Reino Unido, y London Art Fair, en el que se instalan más de un centenar de galerías.
Fuerteventura, Canarias
Esta isla de las Afortunadas se presenta como un excelente refugio para huir del intenso frío peninsular, ya que las temperaturas medias oscilan entre los 18 ºC y los 20 ºC permitiendo gozar de sus kilométricas playas. Además, atesora un buen puñado de rincones naturales, de los que surgen dunas y paisajes áridos que parecen sacados del Sáhara y grandes picos recónditos entre las nubes, los cuales han sido reconocidos Reserva de la Biosfera. El Parque Natural de las Dunas de Corralejo, la península de Jandía, la montaña de Tindaya o la Isla de Lobos ostentan el honor de ser los más impresionantes. El viento sopla con fuerza en esta diminuta isla, sobre todo en Majanicho y La Parde, lo que la convierte en el mejor escenario posible para la práctica de surf y windsurf. En definitiva, Fuerteventura tiene un “no sé qué” que encandila.
Sídney, Australia
Enero es el mes más caluroso en la capital de Nueva Gales del Sur, pues, como en todos los países del hemisferio sur, es verano. Además de su emblemática bahía, la cual acoge el gran espectáculo pirotécnico que da la bienvenida al nuevo año, guarda otros atractivos como la Ópera, declarada Patrimonio de la Humanidad, el Jardín Botánico, la Casa del Gobernador, el museo de Arte Contemporáneo, el celebérrimo puente Sydney Harbour o la Sidney Tower. Sin embargo, el gran reclamo durante el primer mes del año es el Festival de Sídney, que llena las calles de arte, cultura, música, espectáculos y, también, gentío.
Kuala Lumpur, Malasia
Esta gran urbe malaya tiene en las Torres Petronas su carta de presentación mundial. Aunque también ejercen de atractivos su marcado multiculturalismo, pues aúna una mezcolanza de nacionalidades, religiones, idiomas y culturas; la gastronomía, en la que el picante pone la nota chispeante; y los centros comerciales especialmente baratos.
Aunque la mejor razón para visitar esta urbe en enero es el Thaipusam, un festividad hindú que se celebra peregrinando hasta las cuevas naturales de Batu, ubicadas a las afueras de la ciudad y presididas por la gigantesca estatua del dios hindú Murugan o Karttikeya. Impresiona contemplar la marabunta de peregrinos que procesionan, pero asombra aún más ver cómo los fieles se perforan la piel con grandes lanzas de metal durante el trayecto.
Les 4 Vallées, Suiza
Ubicado en el corazón de los Alpes, conforma el mayor territorio esquiable de Suiza y el tercero de Europa, por lo que constituye un auténtico paraíso para los amantes de los deportes blancos. Está recorrido por más de 400 kilómetros esquiables repartidos en cuatro estaciones. A saber: Thyon, Nendaz, Verbier y Veysonnaz. Sin duda, un destino “de punta en blanco” que permite disfrutar de un espectacular paisaje alpino, tranquilidad, paz y nieve, mucha nieve. ¿Te apuntas?