Segun el acuerdo, las empresas se comprometieron a despedir a 51 trabajadores y a advertir a otros 26, todos ellos involucrados en mayor o menor medida en estas prácticas, y a aumentar y mejorar su estructura interna dirigida a la transparencia. Odebrecht se compromete a aceptar una extensa y detallada supervisión de sus acciones por parte de Estados Unidos dirigida a confirmar que cumpla con su parte del acuerdo. Si lo cumple, la sección Fraudes del Departamento de Justicia se compromete a “no presentar cargos criminales” en su contra, aunque sí lo pueden hacer otras divisiones de ese departamento.
En la última parte del acuerdo, cuyo texto fue divulgado la semana pasada, se detalla que entre 2001 y 2016 Odebrecht sobornó a funcionarios, partidos y dirigentes políticos “para asegurar una indebida ventaja e influenciar” a esos dirigentes “a fin de obtener y retener negocios en varios países alrededor del mundo”. La empresa pagó “aproximadamente 788 millones de dólares en sobornos vinculados a más de 100 proyectos en 12 países”: Angola, Argentina, Brasil, Colombia, República Dominicana, Ecuador, Guatemala, México, Mozambique, Panamá, Perú y Venezuela. El país que recibió más dinero de soborno fue Brasil: 349 millones de dólares.