La bolsa de Nueva York vivió hoy un ataque a dos bandas por parte de los frentes que le desestabilizan en los últimos meses: la Reserva Federal con sus diatribas sobre el estímulo económico y el impacto de la volatilidad de los mercados emergentes, lo que desembocó inevitablemente en jornada de pérdidas.
Después de dos semanas en las que Wall Street recuperó sus hitos conseguidos en 2013 (el Dow Jones con sus 16.000 puntos y el S&P 500 con sus 1.800) hoy volvió a verle las orejas al lobo y registró descensos de más de 0,5 % en el primer índice y de 0,65 % en el segundo. Las razones fueron variadas.

No había amanecido con buen pie, pues las pérdidas, aunque leves, abrían la sesión. Pero mientras se preparaba para un golpe previsible, el que escondiera las actas de la última reunión de la Reserva Federal, recibió otro no tan esperado: el del Fondo Monetario Internacional.

El FMI publicó hoy un informe en el que aseguró que la recuperación económica internacional, de la que Estados Unidos se abandera, le genera "preocupación" y alertó sobre la situación en los mercados emergentes, cuya crisis de divisas en 2014 ha sido uno de los azotes de los inversores.