Este año, las estrellas de la pantalla grande desfilarán por la alfombra roja y participarán en una nueva edición de los premios Oscar, que desde 1929 se han convertido en el referente mundial de los premios cinematográficos.
La gala de la Academia de las Artes y las Ciencias Cinematográficas es hoy en día el máximo evento de los que están involucrados en el séptimo arte, esto explica porqué muchas empresas invierten millonarias sumas para que su publicidad aparezca en los cortes comerciales de los premios Oscar.
Se conoce que US$2 millones pagaron quienes quisieron tener publicidad durante los comerciales de los premios Oscar 2015, lo que significó un incremento de US$200.000 frente al 2014. Por ello, solo marcas millonarias como Coca Cola, McDonalds, Walt Disney y Netflix apuestan por esta opción.
La cena para los casi 3.000 invitados –de los cuales solo unos 250 son celebridades– bordea los US$2 millones.
En el 2014, el chef australiano Wolfgang Puck reveló que solo en trufas blancas, utilizadas en uno de los platos, gastó US$35,000 y otros US$87,000 en botellas de champagne Thienot.
El costo de la fiesta posterior a la ceremonia del Óscar puede superar los US$6 millones. En tanto, los 1.500 metros cuadrados de la alfombra roja pueden costar entre US$25.000 y 30.000.
El Teatro Dolby tiene capacidad para unas 3.330 personas, pero los invitados no cubren la cifra total. Por ello, la Academia contrata a "llenadores", personas cuya función es cubrir los asientos vacíos. Su ganancia indiviudal es de US$125.
La estatuilla de los premios Óscar tiene un valor oficial de US$1. Ello debido a que desde 1950 todos los ganadores deben firmar un contrato en el que les prohíben vender el trofeo sin antes ofrecerla a la Academia por el monto establecido.