El Gobierno británico prohibirá la venta de perros y gatos de menos de seis meses para evitar su explotación y maltrato, una medida adoptada tras una campaña de los defensores de los animales.
La decisión ha sido tomada por el Ministerio británico de Medioambiente, Alimentación y Asuntos Rurales (Defra) y se ha conocido estos días con motivo de las fiestas navideñas, la época del año en que más se venden mascotas, especialmente perros y gatos.
De acuerdo con ese ministerio, la decisión fue tomada tras una amplia consulta entre la población, que en su mayoría se mostró a favor de este paso a fin de acabar con las malas condiciones en que se encuentran muchos cachorros en algunas granjas.
La medida supone que cualquier persona que quiera comprar un perro o un gato de menos de seis meses tendrá que hacerlo directamente al criador de los animales, con lo que se evita la venta por parte de intermediarios, en general considerados responsables de sacar a las mascotas de sus madres al poco tiempo de nacer y de someterlas a largos viajes hasta llegar al lugar de venta.
Me parece excelente esta medida; es más, deberían eliminar esto del comercio con los animales, hay tantos que están abandonados y necesitan de un hogar. Mejor adoptar y no comprar.