Santiago Badrán, el responsable y fundador de Nuclearis, al ser consultado por La Nación sobre el nuevo hito alcanzado junto a IOV Labs para la implementación de la plataforma RSK, señaló que
"El flujo tradicional de la documentación presenta un punto de vulnerabilidad: dichos documentos podrían ser extraviados, modificados o reemplazados de forma accidental o ex profeso por cuestiones de índole económica, ya que una empresa proveedora podría verse tentada de modificar la documentación antes que desechar un componente mecánico defectuoso o que no cumple con las especificaciones y normativas técnicas".
Badrán recordó que si la documentación no es confiable, sus componentes tampoco lo serán, lo que podría generar eventos de falsificación de documentos como el ocurrido en Francia del 2016 o Corea del Sur en 2013, que pusieron en tela de juicio la integridad de las estructuras construidas y la seguridad de la población en general.
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Con la implementación de la tecnología Blockchain en la fabricación de piezas mecánicas de Nuclearis, Argentina se convierte así en la primera nación en certificar su producción de estos componentes mediante la cadena de bloques, generando un capa adicional de seguridad al proceso constructivo del reactor.
"Nuestra plataforma fue implementada hace algunas semanas y ya está siendo utilizada por proveedores de Nuclearis tanto en Alemania como en la Argentina. Al mismo tiempo, recibimos consultas de empresas nucleares de Rusia y Estados Unidos interesadas en conocer más detalles de nuestro desarrollo", cuenta Badrán.
Según la nota de prensa, el próximo paso de los directores de Nucleoeléctrica es ampliar la plataforma para incorporar al resto de los proveedores de la industria nuclear en Argentina.
“Queremos crear una Blockchain nacional o, cuanto menos, del sector nuclear argentino“, señaló Lucas Castiglioni, director del ente.