El euro no cae de 1.1200, pero tampoco se permite crecer. El gobierno de Italia, encabezado de hecho por Matteo Salvini, está dando nuevamente que hablar, y busca destituir a la plana mayor para dejar al propio Salvini a cargo, situación que provocaría no solo un escándalo, sino también un problema adicional para el euro. La moneda única deberá conservar la zona de 1.1165 para no iniciar una rápida caída a sus mínimos anuales de 1.1031.
Los futuros de los índices bursátiles, en cambio, presentan signos alcistas, recuperando gran parte de sus pérdidas de la semana provocadas por la devaluación del yuan, sino también buscando cubrir las pérdidas del 31 de julio luego del recorte de tipos de la Fed. Si, como muchos creen, el banco central se ve obligado a seguir con los recortes en septiembre, la caída en las acciones pasará rápidamente al olvido.
La publicación del índice de inflación mayorista de julio, a las 8:30 del este, es el único evento del día, en un viernes que, salvo que aparezca Trump o alguno de sus muchachos, luce como un día tranquilo para los mercados.