La Comisión Federal de Comercio de Estados Unidos ha presentado una demanda contra Facebook Inc., donde alega que la corporación ha estado participando en prácticas anticompetitivas desde que adquirió una posición global dominante a principios de la década de 2010.
Según los archivos de casos públicos publicados el miércoles, el regulador cree que Facebook ha comprado o reproducido sistemáticamente las características de cualquier competidor de redes sociales que podría haber representado una amenaza para el dominio de la empresa. La demanda cita la compra de Instagram en 2012 y la adquisición de WhatsApp en 2014 como los ejemplos más atroces de prácticas anticompetitivas.
De acuerdo a las comunicaciones internas y públicas adquiridas por la agencia, los ejecutivos de Facebook reconocieron a Instagram como una amenaza potencial desde antes de la adquisición. La popularización gradual de los teléfonos inteligentes y el enfoque de Instagram en el intercambio de fotos significaba que era probable que la plataforma capturara una participación de mercado significativa.
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En la audiencia del Congreso de julio con el comité antimonopolio, Mark Zuckerberg respondió que aún no estaba claro en ese momento si Instagram sería el que dominaría este campo. Aun así, los archivos alegan que los intentos de Facebook de reforzar las capacidades para compartir fotos de su propio producto no iban bien, citando notas internas. Instagram, propiedad de Facebook, terminó quitando participación de mercado al producto principal de Facebook cuando las generaciones más jóvenes abandonaron la plataforma.
WhatsApp, según la demanda, se compró para evitar que la aplicación montara su propia plataforma de redes sociales que competiría estrechamente con la de Facebook. Dada su posición de fortaleza como una importante plataforma de mensajería global, los intentos de introducir funciones de redes sociales hubieran sido más fáciles que para una nueva empresa que comenzara desde cero.
Los reguladores también señalaron que Facebook intentó comprar otros competidores como Twitter y Snapchat, además de una variedad de otras prácticas aparentemente anticompetitivas como fuertes restricciones de API y la compra de Onavo, una compañía de datos que podría ofrecer información sobre competidores potenciales.