Los avances del euro vienen apoyados en gran parte por el aumento en el apetito por el riesgo, derivado de los avances en las reaperturas económicas. Además, los fundamentales de la eurozona son bastante sólidos, donde hemos visto una mejora notable en los datos económicos en un contexto de mayor estímulo por parte del Banco Central Europeo.
Aun así, existe un riesgo importante de que los nuevos contagios de Covid-19 supongan una amenaza global y se vuelva a una situación de restricción de la actividad económica. Además, el miembro del comité monetario del BCE y el presidente del banco de Francia Francis Villeroy comentó el domingo que la pandemia había cambiado la política monetaria del banco central y que aquellas herramientas monetarias que antes eran no convencionales, se había vuelto casi convencionales. De sus comentarios se deriva que muy poco probable que el BCE varíe su política monetaria en el futuro próximo, algo que podría tomarse como bajista para la moneda común, aunque de momento parece que el optimismo en Asia supera las preocupaciones.
Estos dos factores serían los que podrían ofrecer algo de debilidad al euro, aunque se espera que el apetito por el riesgo continúe durante el resto de la sesión.