Tal y como están las cosas, el producto interno bruto se contraería entre un 10 a un 13% en el 2020, pero el derrumbe sería mayor si la administración de AMLO no logra cortar de raíz la propagación del coronavirus. La coyuntura actual deja al peso mexicano en una posición vulnerable y dependiente a la evolución de la curva de contagios del país.
No obstante, como una de las monedas emergentes más negociadas en todo el mundo, el comportamiento del MXN también está vinculado a factores externos como el sentimiento de los inversores y las perspectivas de la economía mundial.
Por el momento, el apetito por activos de riesgo se mantiene estable gracias a los grandes estímulos monetarios lanzados por los principales bancos centrales del mundo, pero la narrativa podría cambiar de la noche a la mañana si la recuperación de la economía global no se materializa. En este sentido, es importante vigilar de cerca los datos entrantes de Estados Unidos, China y la Unión Europea para ver si la reactivación ha empezado a afianzarse o aún no lo hace.